El Grupo Stiegelmeyer ha celebrado a menudo en tiempos convulsos

Aniversarios al compás de la historia mundial

125 años

Para poder celebrar un aniversario, es preciso ponerse de acuerdo sobre el momento de inicio de la historia común. En Stiegelmeyer, esto sigue provocando discusiones incluso después de 125 años. 1899 o 1900: ¿cuándo comenzó todo?

La empresa puede reivindicar ambas fechas con todo el derecho del mundo. En 1899, Johann Stiegelmeyer empezó a fabricar colchones de alambres de acero en la casa familiar de Rödinghausen. Sin embargo, no fue hasta su traslado a Herford cuando la empresa se fundó oficialmente el 1 de noviembre de 1900 con su inscripción en el registro mercantil. Para los publicistas de Stiegelmeyer esto ha sido desde el principio una difícil decisión. Por un lado, para toda empresa es motivo de orgullo que su historia se remonte hasta el siglo XIX. Por otro, 1900 como año de fundación garantiza aniversarios «redondos», como la fiesta del 100.º aniversario en el 2000. Por ello, en Stiegelmeyer siempre se ha celebrado la fecha redonda.

También en circunstancias complicadas. Porque, pese a que el Grupo Stiegelmeyer ha vivido a lo largo de su longeva existencia numerosos tiempos buenos, con regularidad, cada 25 años la situación económica y política ha supuesto todo un reto. Los aniversarios de 1925 y 1950 cayeron en tiempos de posguerra. En 1975, la crisis de los precios del petróleo se encargó de exasperar los ánimos. Y también la celebración actual por motivo del 125.º aniversario tiene lugar en momentos de turbulencias políticas. Resulta ilustrativo de la experiencia y vitalidad de nuestra empresa el hecho de que siempre se hayan superado las crisis y de que cada cuarto de siglo haya vuelto a generar nuevas historias de éxito.

En nuestra crónica no se ha transmitido si ya hubo una celebración en el 25.º aniversario. Lo que sí sabemos es que el 1925 fue un año que marcó el inicio de una nueva era. Albert Dörnte, propietario de Johann Stiegelmeyer y primer patriarca de la empresa, se jubiló y trasfirió la dirección a su yerno Dietrich von Hollen. Como primer representante de la actual familia de socios Kemmler, Dietrich von Hollen ocupó su cargo durante 45 años con una energía inagotable.

La celebración de los 50 años en 1950 fue el primer auténtico aniversario. Por aquel entonces, la empresa intentó incluso cambiar el nombre de su dirección del momento —Annastraße en Herford— a «Stiegelmeyerstraße». Por desgracia todo quedó en nada, pero, a cambio, Stiegelmeyer mostró en la fiesta su lado más humano y atento y rellenó el fondo social interno, que ayuda a los empleados en situaciones personales difíciles. Poco antes, la introducción del marco alemán había devaluado los ahorros acumulados. Por vez primera también, con motivo del aniversario la dirección hizo recoger una breve crónica de la empresa. Por desgracia, la conciencia histórica volvió a dormirse después. Sólo en 2016 se publicó una crónica exhaustiva por iniciativa de los socios, que ahora se está actualizando para el año del aniversario, 2025. Hoy en día, también existe en Herford un archivo sumamente profesional, perfectamente estructurado y climatizado.

La generosidad de la fiesta de los 50 años se repitió también en el 75.º aniversario. Todos los empleados recibieron una gratificación, pero lo más destacado fue la donación de 100 000 DM por la empresa en la gala del programa de la televisión ZDF moderado por Peter Alexander «Treffpunkt Herz» para la asociación contra el cáncer Deutsche Krebshilfe. Sin embargo, debido a la tensa situación económica, los ánimos no fueron especialmente buenos durante los años 70. En una circular, la dirección comunicó a la plantilla lo siguiente: «Los 75 años de historia de nuestra empresa el 1 de noviembre no serán ocasión para organizar una recepción pública ni otras celebraciones. La empresa considera que la situación coyuntural y de política estructural del país es demasiado grave para ello».

Al igual que en 1925, en el año 1975 dio comienzo también una etapa de gran importancia en la dirección de la empresa: Dietrich Tabelander, quien entró en Stiegelmeyer en 1957 como aprendiz, se incorporó a la junta directiva. En su largo tiempo como gerente hasta 2002 se tomaron decisiones importantes, por ejemplo, la adquisición de Burmeier y el inicio de la expansión internacional con delegaciones en Polonia, Francia y Finlandia.

90 años no es un aniversario en sentido estricto, pero en 1990, el año de la reunificación alemana, reinaba un ambiente festivo. Los tres gerentes del momento Dietrich Tabelander, Willi Windmann y Hans Wöhrmann habían calculado que en ese momento, juntos, sumaban 90 años en la empresa. Con el lema «¿Coincidencia o cálculo?», plantaron juntos un árbol, y la acción se documentó en un anuncio.

Con motivo de los 100 años de la empresa en el 2000 se organizó una gran fiesta. El aniversario ya había comenzado en primavera, en la feria Altenpflege, con una felicitación personal de la ministra federal de sanidad Andrea Fischer. En noviembre tuvo lugar en Herford una velada con la amenización de una orquesta y cánticos y baile hasta bien entrada la noche. Las fotografías de la fiesta muestran la alegre y apasionada participación de la familia de socios Kemmler-von Hollen y dejan entrever la evolución más importante de los siguientes años: la vuelta de la familia a la gestión directa de la empresa. Desacuerdos y disposiciones testamentarias dentro de la familia lo impedían ya desde 1987 y habían situado a la empresa en una complicada situación organizativa. Sin embargo, en el año 2000, Max Kemmler ya había construido con éxito la nueva producción de madera en Nordhausen, y su hija Anja Kemmler trabajaba también en la dirección. Su esposo, Georgios Kampisiulis Kemmler, asumió por último en 2012 la presidencia de la junta directiva.

¿Cómo se presenta por tanto la situación cuando el 1 de noviembre de 2025 se celebren los 125 años de historia del Grupo Stiegelmeyer? Los retos económicos son tan enormes como los de todos los aniversarios anteriores. Pese a ello, la empresa nunca ha estado tan bien equipada para el futuro: como empresa familiar con todas las ventajas de una gran tradición y una sólida cohesión, como empresa internacional con una estructura laboral abierta y moderna y como proveedor de soluciones que antepone en todo momento el bienestar de sus clientes. Por ello, echando la vista atrás a la larga historia de nuestros aniversarios, podemos decir con convicción: ¡continuará! 


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