En Alemania, los Países Bajos se consideran un ejemplo en muchos ámbitos sociales, también en el de los cuidados. Si se busca información en internet, pueden encontrarse artículos que elogian, p. ej., la implicación vecinal en la asistencia domiciliaria. ¿Pero qué opinan los neerlandeses de su propio sistema sanitario y de cuidados? Hemos preguntado a Duco Engelage, gerente de nuestra filial neerlandesa Stiegelmeyer BV.
El Sr. Engelage presenta una visión diferenciada con luces y sombras. «Al igual que en Alemania, en los Países Bajos también hay escasez de personal responsable de los cuidados; nos hacen falta 55 000 personas en este ámbito», explica. Como consecuencia, la permanencia de pacientes y personas encamadas en instituciones estacionarias es cada vez menor. En los hospitales, es de tan solo 2,3 días. Por lo general, las personas mayores no se trasladan a un centro hasta no tener un grado de dependencia severo.
Queda la pregunta: ¿dónde se cuida de todas las personas que no forman parte de estos casos más agudos? Para la atención posterior de pacientes hospitalarios existen los llamados hoteles de cuidados («zorghotels»). Las personas reciben aquí apoyo, aunque no medidas de rehabilitación. En la asistencia domiciliaria, son los familiares y los vecinos los que se encargan, al igual que los servicios asistenciales.

La financiación está en manos del seguro de dependencia, de seguros complementarios privados y de los municipios, que desempeñan un papel central en la organización de los cuidados. Representantes municipales determinan en conversaciones informales el grado de dependencia y deciden también el uso del presupuesto público que, según afirma el Sr. Engelage, el estado ha reducido un 30 % en los últimos años. Además, el seguro de dependencia debería reservar un volumen importante de fondos para épocas más difíciles.
A quien no puedan atenderle familiares, amigos o vecinos, en este sistema corre el riesgo de pasar desapercibido y quedar abandonado durante mucho tiempo, critica Duco Engelage. Señala el caso de personas con enfermedades mentales, que cada vez se ven más amenazadas por la mendicidad, al igual que en Alemania. En su opinión, la calidad de los cuidados varía según el municipio.
El Sr. Engelage valora positivamente los esfuerzos de los grandes hospitales universitarios del país por una mejor higiene. Aquí, las camas aptas para el lavado mecánico son la norma. Para Stiegelmeyer con sus décadas de experiencia en el acondicionamiento automático y camas ultramodernas, como la Evario y la Puro, se ofrecen en este sentido interesantes asociaciones. La lucha contra los gérmenes hospitalarios es sumamente importante en los Países Bajos, según afirma Duco Engelage. Debido a la presencia de grandes explotaciones ganaderas en este país densamente poblado, y con el consiguiente uso intensivo de antibióticos, el riesgo de contacto con gérmenes resistentes en el día a día es elevado. Por este motivo, es preciso evitar con mayores esfuerzos una propagación en el hospital.

En el ámbito de los cuidados, Stiegelmeyer convence en la actualidad a los clientes neerlandeses con el nuevo sistema Vario Safe para camas para cuidados. En especial la protección lateral dividida, que puede montarse sin herramientas, goza de una gran aceptación. Con su ayuda puede colocarse en la cama, según el elemento empleado, una protección normalizada o un elemento auxiliar de orientación y movilización. De este modo, los centros gozan en el día a día de flexibilidad y seguridad jurídica.
La organización de un buen sistema sanitario y de cuidados es siempre una tarea titánica, en los Países Bajos como en cualquier otro lugar. Stiegelmeyer ha demostrado aquí su pericia como socio de confianza. «Nuestra mayor fortaleza es nuestra calidad», comenta Duco Engelage. Muchas camas Stiegelmeyer de los Países Bajos llevan décadas utilizándose y, gracias al mantenimiento y la inspección anuales por parte de Stiegelmeyer BV, continúan funcionando como el primer día. Esto hace presagiar un buen futuro.