La historia del logotipo de Stiegelmeyer

El triángulo marca el rumbo

125 años

Un buen logotipo puede transmitir mejor que cualquier texto o imagen el valor y el carisma de una empresa. ¿Pero qué debe tener un logotipo para cumplir su cometido? En Stiegelmeyer, se dio una y otra vez vueltas a este asunto hace ya 125 años. Y los resultados pueden verse todos juntos. Reflejan tanto la modernidad de nuestra empresa como su fiabilidad y conciencia de la tradición.

¿Debería una empresa cambiar su logotipo con regularidad? Algunas empresas de orden mundial no lo hacen; tienen un sello con valor perpetuo. Ejemplos bien conocidos de ello son las letras de Coca Cola de 1887 o la estrella de Mercedes de 1909. Sin embargo, en la abundancia de imágenes que ofrece en la actualidad internet, puede verse claramente que incluso clásicos como estos cambian una y otra vez sutilmente para continuar siendo gráficamente atractivos. Los elementos se hacen más gruesos o finos, se añaden o se eliminan sombreados.

Por otro lado, sin embargo, también existen ejemplos en los que un logotipo completamente nuevo ha procurado un enorme impulso modernizador. En Alemania es conocido el rediseño de identidad del canal televisivo ARD, que en 1984 cambió de unas anticuadas ondas de radio ovaladas en azul a un moderno «uno» en un brillante aspecto informático muy adelantado a su época.

En Stiegelmeyer siempre se ha unido lo mejor de los dos planteamientos. Durante muchas décadas se mantuvo una gran constancia, pero, cuando fue necesario, no se dudó en reinventarse visualmente. Nuestra empresa tuvo ambiciones gráficas desde sus inicios. Los primeros encabezados del papel para cartas del año 1902 no muestran aún un logotipo, pero sí la inscripción «Herforder Matratzen-Fabrik» con una ondulación dinámica que emana ligereza. El mensaje era claro: ¡en Stiegelmeyer, avanzamos!

Sin embargo, en un primer momento esta ligereza no duró mucho. Durante la década de 1900 se originó el primer auténtico logotipo que representaba más bien la severidad y la corpulencia del gusto guillermino imperante en la época. La forma básica era un hexágono negro cuya punta más larga señalaba hacia abajo. La inscripción JSt&Co (del nombre de la empresa de entonces Joh. Stiegelmeyer & Co.) enmarcaba onduladamente el vértice. En el centro destacaba un círculo negro con una cama metálica. Buscando la simetría, el diseñador situó el símbolo «&» de forma que en la inscripción ponía en realidad «JS&tCo».

Lo positivo de este logotipo era que parecía un sello de calidad preciado y que representaba a la perfección la materialidad pesada de las camas metálicas y los colchones de alambre de acero de la época. Por otro lado, la composición resultaba oscura e intrincada, y la forma abreviada camuflaba el nombre de la empresa en lugar de darlo a conocer.

Por ello, este primer logotipo solo se conservó desde aproximadamente 1910 hasta 1925, y en la loca década de 1920 fue sustituido por un gran éxito completamente diferente. La ligereza regresó. Ahora, el nombre Stiegelmeyer ascendía en una dinámica grafía con fuente «latina». Se trata de algo reseñable, ya que en aquella época de la escritura Sütterlin apenas había quien escribiera así. Stiegelmeyer sentó aquí un precedente de modernidad e internacionalidad. Los largos trazos verticales de las letras y el subrayado de la palabra que parte de la última «r» hacen suponer que la legendaria inscripción de Coca Cola ya influía por entonces la moda tipográfica.

Este nuevo logotipo marcó durante 75 años la imagen de la empresa y se empleó a lo largo de las décadas con gran flexibilidad y muchas variantes. En su forma básica, la inscripción aparecía en negro sobre blanco enmarcada por un óvalo negro. Sin embargo, la inscripción se utilizaba con frecuencia sola y con gran colorido. En la década de 1930 brilló en naranja sobre rojo frambuesa, y en 1970, con motivo del lanzamiento de las camas de hospital multicolor de la «Serie 70», en blanco sobre una flor rosa.

Echando hoy la vista atrás, resulta casi asombroso que este logotipo se suprimiera en el año 2000 después de que hubiera alcanzado hace tiempo el estatus de clásico. Sin embargo, había motivos de peso. Se consideró que la inscripción despreocupada y nostálgica había dejado de ser compatible con el cada vez mayor reclamo tecnológico de los productos. Por ello, en 1989 ya se había «encogido» el antiguo logotipo y combinado con una inscripción Stiegelmeyer moderna y ancha, lo que condujo a la solución, no del todo convincente, de incluir dos veces el nombre Stiegelmeyer en el logotipo.

La celebración del 100.º aniversario y la creación de la primera página de la empresa en internet en el año 2000 supusieron la ocasión propicia para un diseño completamente nuevo. El triángulo azul de Stiegelmeyer hizo su aparición. A modo de flecha direccional, señala hacia arriba sobre el nombre de la empresa, simbolizando mejor que la antigua inscripción ascendente la voluntad de progreso de la empresa. Por vez primera hubo también una versión en verde para Burmeier, la marca joven emergente para la asistencia domiciliaria.

El hecho de que este primer logotipo triangular se sustituyera tras solo cuatro años por una nueva versión se debió, sobre todo, a motivos tipográficos. No hay que olvidar tampoco que el éxito de mercado del ordenador personal desató en torno al año 2000 la popularidad de los juegos gráficos. Todo el mundo estaba entusiasmado con «Word Art» y Photoshop. El primer diseño del triángulo lo reflejaba: tanto el propio triángulo como también el subrayado del nombre de la empresa presentaban una «trayectoria hacia la nada». El color empalidece en una dirección hasta que el cuerpo geométrico se diluye sin contorno. El efecto óptico es maravillosamente ligero e ingrávido. En teoría.

En la práctica del año 2000, la producción cotidiana de los medios se veía desbordada con este concepto. Los catálogos en PDF de entonces muestran el bello logotipo escalonado y rayado. Los costes de impresión se dispararon. Además, el degradado de color pasó rápido de moda, hasta hoy.

Por ese motivo, en 2004 se revisaron los triángulos azul y verde, que obtuvieron su forma actual con una elegancia atemporal. Ahora los colores ocupaban toda la superficie, la tipografía volvió a ser clásica, y el subrayado se suprimió para ganar en claridad. Las esquinas en punta se redondearon y anticiparon un poco el estilo de la inminente era de las aplicaciones.

Estos logotipos demuestran su eficacia a la perfección en el día a día tanto de lejos como de cerca. Incluso como símbolo en un mando manual, el característico triángulo identifica de lejos una cama como modelo Stiegelmeyer o Burmeier. En el año 2014, el azul y el verde se oscurecieron ligeramente, incrementando así aún más el efecto de contraste. Los logotipos continúan sirviendo en esta forma a la empresa hasta la actualidad para satisfacción de todos.

¿El fin de la historia? No del todo. En verano de 2022 se presentó otro logotipo en nuestras delegaciones. El «logotipo del Grupo» combina por vez primera el triángulo azul y el verde. Simboliza la grandeza, la diversidad y la cohesión del Grupo Stiegelmeyer en su conjunto: su competencia para desarrollar soluciones integrales que traspasan los límites de sectores y productos. Además, la designación en inglés «Stiegelmeyer Group» remite a la orientación cada vez más internacional de la empresa. Mientras que los logotipos individuales empleados hasta la fecha se continúan utilizando sobre todo en el ámbito comercial, cuando se trata de las sólidas marcas Stiegelmeyer y Burmeier, el logotipo del Grupo encarna una marca paraguas internacional, principalmente, en la comunicación de la empresa.

¿Se convertirá esta familia de logotipos de nuevo en un clásico? ¿O despertará en algún momento la evolución gráfica el deseo de algo nuevo? Sea como fuere, nuestros sucesores volverán a tener mucho sobre lo que informar con motivo de la celebración del 250.º aniversario.


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