Camas para niños y padres y madres

Empezar la vida con Stiegelmeyer

125 años

Cuando en el Grupo Stiegelmeyer se tratan las camas para cuidados y hospital, a menudo se sitúan en primera línea las necesidades de las personas mayores. Sin embargo, igual de importante es la tradición de la cunas, camas infantiles y camas de parto, que ha caracterizado a nuestra empresa desde sus comienzos. Con Stiegelmeyer, las familias jóvenes disfrutan desde hace más de un siglo de un cómodo y feliz comienzo.

Ya en los primeros años, las camas infantiles ocupaban un lugar destacado en el programa. El catálogo general de 1910 incluía 30 «camas infantiles» de hierro y tres modelos de latón. A esto se sumaban ya entonces tres versiones específicas para hospitales. Cuando el retoño había dejado atrás la niñez, podía cambiar cómodamente a una «cama para adultos».

La ilustración temprana de una cama infantil de 1910 deja intuir una asombrosa modernidad debajo de los adornos típicos de la época. La estructura sobre pequeñas ruedas impresiona ya con las protecciones laterales semitransparentes y un respaldo regulable en altura, unos principios básicos que han seguido siendo parecidos hasta nuestros días.

Este carácter moderno se perpetuó a través de las décadas. En el catálogo de 1931, con el número de producto 309 encontramos una «cama infantil normalizada, piezas laterales con largueros, lateral abatible». Esta descripción podría trasladarse sin cambios a la cama infantil actual de Stiegelmeyer Cuddle, que, obviamente, la aventaja unas cuantas épocas en cuanto a estructura y selección de los materiales.

A mediados de los años 50 dio comienzo en Alemania el baby boom, y Stiegelmeyer estaba preparada para ayudar a nacer a muchos pequeños conciudadanos. La cama de parto con el número 5301 se convirtió en un gran clásico de la historia de la empresa. La primera entrada del catálogo de 1955 la describe así: «Parte de operación (cabecero) con piecero con ruedas y relleno de chapa, con rieles para las piernas y numerosos soportes, cabecero regulable mediante cable Bowden». Durante el parto, la mitad inferior de la cama podía desplazarse a un lado, de modo que los médicos y las matronas tuvieran acceso sin impedimentos a la madre.

Este modelo tuvo su presentación internacional en el Congreso de Ginecología de Ginebra en 1954, donde despertó entusiasmo desde el principio. La revista para empleados de Stiegelmeyer escribió: «También aquí, ginecólogos de renombre de todo el mundo han opinado que la construcción de la cama es tan excepcional que no cabe duda de que demostrará su eficacia en la práctica. Solo hemos podido darles la razón, como sabemos por experiencia, ya que en todas partes donde ya hemos suministrado nuestra cama de parto se deshacen en elogios». La cama de parto evolucionó técnicamente con regularidad, p. ej., con una «placa para el cóccix regulable mediante manivela», y se conservó en el catálogo hasta la década de 1970. Según la crónica de Stiegelmeyer, incluso la estrella de cine Sophia Loren dio a luz a un hijo en una cama como esta de Stiegelmeyer en 1964.

Tras el parto, los bebés se colocaban en un cesto de lactante de Stiegelmeyer, que podía soltarse de su carro con ruedas y engancharse en el latera de la cama de la madre. Probablemente, por aquel entonces nadie había oído hablar del concepto del «apego», el contacto estrecho beneficioso entre los padres y madres y el bebé directamente después del parto. En Stiegelmeyer, se puso en práctica de forma intuitiva. También resultaba práctica la posibilidad de enganchar entre sí varias cunas: « Tres o cuatro cunas enganchadas entre sí no es ninguna rareza, y, al igual que con un tren de mercancías, este pequeño y gracioso transporte recorre los pasillos de las unidades de maternidad», narraban entusiasmados en la revista para empleados.

Pese a que con el repentino final del baby boom en torno a 1970 la importancia económica de este ámbito se redujo, como proveedor de soluciones integral, Stiegelmeyer aseguró siempre una buena atención a los pacientes jóvenes. Tras el cambio de siglo, se pusieron de moda los colores brillantes y las decoraciones alegres adecuadas para los niños, lo que puede apreciarse en nuestra cama infantil de entonces Maximo con sus picos de pato o en la cuna Idaro con las graciosas ruedas de osos.

En 2020, el ámbito juvenil recibió impulsos renovados con la primera norma europea sobre camas médicas infantiles. En esta norma EN 50637 trabajaron también en calidad de asesores expertos de Stiegelmeyer. Puntualmente con la entrada en vigor se lanzó al mercado una nueva familia de camas normalizadas, compuesta por la cama de hospital juvenil Seta pro junior, la cama infantil Cuddle y la cuna Jovie. El equipo de Stiegelmeyer está especialmente orgulloso de la Jovie, puesto que se alzó de inmediato con uno de los codiciados premios iF Design Awards.

Al igual que en los años 60, también hoy puede amueblarse en la unidad de maternidad con la Jovie, la cama doble Libra partner y muebles acogedores una habitación familiar completa que satisfaga el estado actual de la investigación. La Jovie regulable en altura se engancha a la cama de la madre sin separación alguna, por lo que se genera un somier continuo para fomentar un contacto óptimo.

En 1957, el canciller alemán Konrad Adenauer despejó cualquier duda sobre la viabilidad de las pensiones con una famosa frase: «¡La gente siempre va a tener hijos!». No tenía del todo razón, pero cuando la gente tenía hijos, tanto entonces como ahora había una cama Stiegelmeyer a su disposición. Con nosotros puede llegar el siguiente baby boom.


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