Sr. Dr. Thiel von Herff, preséntese por favor brevemente.
Trabajo desde hace más de 20 años como abogado y desde 2009 estoy dedicado al ámbito de la anticorrupción, lo que en la actualidad recibe también el nombre de cumplimiento corporativo. Me encargo de todo lo que no debería ir mal en una empresa pero que, en ocasiones, sí va mal. No siempre son grandes casos de corrupción o acuerdos con la competencia, sino principalmente temas relacionados con el personal. Adopto varias perspectivas al respecto: por un lado, como mediador independiente y abogado de confianza y, por otro, como asesor de la empresa en cuestiones de la organización o de casos y acontecimientos concretos. Mi bufete de Bielefeld está formado por otros dos abogados y dos empleadas. Mi equipo se dedica también al derecho deportivo. Asesoramos a clubes de fútbol y a la Bundesliga —aquí se mezclan profesión y pasión.

¿Cómo ha surgido ahora la colaboración entre usted y el Grupo Stiegelmeyer?
El trasfondo lo marca la obligación legal de implantar un sistema de notificación que entró en vigor el 1 de julio de 2023. De momento solo es aplicable a empresas con más de 250 empleados, pero el próximo año este umbral se reducirá a 50 empleados. Las empresas pueden resolver esta tarea con medios meramente técnicos, p. ej., poniendo a disposición una plataforma electrónica de notificación. Sin embargo, Stiegelmeyer se ha decantado por un abogado de confianza como punto de contacto personal. En mi opinión, obviamente esta es la decisión correcta. (Ríe)
¿Se basa la Ley alemana de protección del informador en la legislación europea o en la alemana?
La base es una directiva UE que, en realidad, debería haberse implementado ya en 2021. La legislación alemana, sin embargo, suele necesitar más tiempo para verter disposiciones de esta naturaleza en las leyes nacionales. Como abogado de confianza, atiendo a todas las filiales nacionales e internacionales del Grupo Stiegelmeyer. Entretanto, todos los países de la UE tienen sus propias leyes nacionales al respecto. Del modo en que opero la gestión de informadores, cumplimos las disposiciones legales de todos estos países. Pero nuestro bufete también representa a empresas de todo el mundo y se encarga, por ejemplo, de casos en los EE. UU., Rusia o China.
¿Qué objetivos persigue la Ley alemana de protección del informador?
Representa una posibilidad para empleados y personas externas de notificar posibles infracciones en una empresa. En el caso de las infracciones puede tratarse del incumplimiento de normativas legales o de normas internas, p. ej., del código de conducta de una empresa. Y precisamente estas normas internas suelen ser muy amplias: giran en torno al respeto, la tolerancia y un trato justo. Además de las notificaciones, también existe la posibilidad de pedirme consejo. Si una persona no está segura de cómo actuar en un determinado caso, gracias a mis muchos años de experiencia soy capaz de ponerme en la situación y decir: «Yo lo haría así» o «Legalmente, debe tener lo siguiente en cuenta». Por el contrario, está descartado que represente a un informador, por ejemplo, en un procedimiento judicial relacionado con el trabajo. Soy en todo momento independiente y un mediador imparcial.

¿Cómo supera, en el caso de cuestiones internacionales, las barreras lingüísticas, por ejemplo, si recibe una larga denuncia en finés?
Cuento con diferentes canales a través de los cuales pueden presentarse las notificaciones. La plataforma electrónica en mi página web está disponible ya en más de 30 idiomas. Aquí cualquiera puede plantear sin problema una notificación en su lengua materna. Si alguna persona quisiera hablar conmigo por teléfono, puedo recurrir a los servicios de un intérprete simultáneo jurado. Para ello trabajo con tres agencias de traducción. Tan solo debo lograr superar el primer contacto con el informador para poder acordar una cita con un intérprete. Hasta ahora lo hemos conseguido siempre. En el caso de una llamada en finés, es probable que nos pudiéramos entender brevemente en inglés. Por otro lado, en ocasiones se dan también dificultades inesperadas: en este sentido, en Alemania puede resultar mucho más complicado organizar a un traductor de noruego que de chino, porque muchos parten de la base de que los noruegos ya saben inglés. Si algún empleado de Stiegelmeyer de Polonia se pusiera en contacto con nosotros, en nuestro bufete contamos con un colega que habla polaco.
¿Qué tipo de notificaciones recibe normalmente y cómo reacciona a ellas?
Mi pregunta es siempre: ¿Puede tratarse de una infracción y es esta infracción relevante? Si alguien me llama y dice: «Tengo siempre problemas con mi colega», tal vez sea un poco demasiado sensible, pero también podría tratarse de un caso de acoso sistemático. Para mí, la cuestión es la siguiente: si la notificación está «fundamentada», puede haber algo detrás. Si se me notifica un caso grave de corrupción con documentación, tengo pruebas desde el principio. Pero si se trata de una discusión en la cocina, a menudo es la palabra de uno contra la de otro. Y, por eso, escucho con gran atención. Una vez tuve, por ejemplo, el caso de una empleada que se quejó de que su jefe aparcaba siempre marcha atrás en el aparcamiento, pese a que solo estaba permitido hacerlo hacia delante. En esa ocasión, primero pregunté con cuidado: «¿Y eso es tan grave?». Entonces salió a la luz que el aparcamiento era tan solo la punta del iceberg y que estaba molesta por muchas otras cosas. No obstante, no todas las notificaciones terminan en una denuncia que remito a la empresa para su investigación. A menudo, puedo solucionar casos con una simple conversación o un consejo.
¿Pero cómo procede si existe una notificación realmente grave? ¿Puede nombrar algún ejemplo?
Imagínese el siguiente caso: un empleado denuncia que su superior presenta de forma regular facturas de gastos de viaje demasiado elevados. Jurídicamente, este es un caso de fraude. Esta denuncia la remitiría a la empresa y, al concluir, comunicaría al informador el resultado. Sin embargo, esta vía presenta dificultades. Si, en este caso concreto, se confrontara directamente a la jefa con la acusación, sabría de inmediato que procede de su empleado. Una de mis tareas principales consiste en proteger la identidad del informador. Por ese motivo no remitiría la notificación para su investigación directa, sino que la introduciría como conocimiento especial en la siguiente inspección rutinaria de la empresa. Como abogado externo con derecho a la confidencialidad, puedo hacerlo. Entonces, se destapa el fraude cuando se comprueben los gastos de viaje en varios departamentos sin que la empresa sea siquiera consciente de que ha habido una notificación concreta.

¿Se dan delitos que sean tan graves que usted mismo debiera presentar una denuncia formal tras una notificación?
Ciertamente existe toda una serie de delitos graves que todo ciudadano tiene la obligación de denunciar. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, el asesinato premeditado o urdir una guerra ofensiva. Por suerte, este tipo de casos apenas se producen. Por lo demás, es decisión de la empresa denunciar o no. En los casos de fraude o deslealtad, tiendo a desaconsejar una denuncia y a buscar un acuerdo con el empleado. Existen también casos en los que constato que el propio informador ha cometido un acto punible. Ahí no dejo que nadie se meta en la boca del lobo, sino que le informo y digo: «Consúltelo con la almohada y decida después si realmente debo remitir la notificación». Esto es muy importante: soy un puerto seguro para los informadores. Toda persona puede recurrir a mí sin reservas y con total confianza. No soy en ningún caso un «espía» de la empresa que se «chiva» de cualquier cosa. Si fuera así, mañana podría echar la persiana.
Ya ha hablado de los muchos canales a través de los cuales se le puede localizar. ¿Cómo debería proceder preferiblemente un empleado o una persona externa para dirigirse a usted?
Publicamos en nuestra página web todos nuestros datos de contacto. El posible informador puede elegir cómo contactar conmigo. Contamos con un portal online —un formulario muy sencillo— en el que puede introducirse la denuncia. A continuación, yo recibo un aviso y compruebo la notificación. También me pueden enviar un mensaje de correo electrónico directo, un fax o una carta. Me pueden llamar o también acordar una conversación privada en un lugar neutral, por ejemplo, en una cafetería. Desde Alemania recibo principalmente llamadas de teléfono.

¿Es posible presentarle una notificación de forma anónima?
Sí. En un principio, la legislación no lo había previsto, pero por suerte se apartó de esta limitación tan poco práctica. Los informadores pueden utilizar mi portal sin necesidad de dar su nombre. Reciben un número de entrada con el cual pueden continuar comunicándose conmigo de forma anónima. También me pueden enviar una carta anónima o llamarme desde un número oculto. De hecho, esto pasa muy a menudo. La gente llama y dice: «Aunque confío en usted, no quiero dar mi nombre». Sin embargo, después de 10 minutos lo suelen terminar diciendo. Pero no tienen por qué hacerlo. Así que, resumiendo: los informadores pueden ponerse en contacto conmigo con flexibilidad, según deseen, y yo respondo lo antes posible por el canal que hayan elegido.
Tras casi 15 años dedicándose al cumplimiento corporativo y cerca de 7000 notificaciones, usted es también un cronista del estado de ánimo en el mundo empresarial. ¿Puede apreciar una tendencia al alza o a la baja?
Las empresas han mejorado notablemente en el trato con los empleados y los aspectos relacionados con el cumplimiento corporativo. Por un lado, esto se debe a la presión de la ley. Pero, por otro, muchas personas valoran las oportunidades de una gestión de notificación individual. Si un empleado me notifica un auténtico delito, la empresa puede ocuparse de ello con tranquilidad en lugar de tener que lidiar de inmediato con un procedimiento de investigación. Si una empresa publica una nueva directriz laboral, y en una semana recibo cinco consultas al respecto, es posible que estemos ante un cambio negativo que pueda corregirse fácilmente. Y, después de todo, en la actualidad todos buscamos empleados cualificados y queremos presentarnos hacia fuera de un modo atractivo. Si existe insatisfacción y preocupación, por medio de una conversación personal hay mucho que puedo recoger y calmar. En lugar de publicar online una valoración negativa, con suerte el empleado empieza con mejor humor el fin de semana y dice a sus amigos: «Trabajo en una buena empresa».
Muchas gracias por esta interesante entrevista.
Más información sobre el bufete en internet: www.thielvonherff.de
Enlace al portal online: report-tvh.com